MECHAS, VELAS Y ANTORCHAS

Por A.G.N.

13 de Diciembre de 2012

                       

   Una tenue luz en la profundidad de la noche, es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo. Improvisar rudimentarios sistemas de iluminación nos facilita actividades y desplazamientos, en plena Naturaleza, durante las horas nocturnas.No siempre disponemos de linternas o podemos acompañarnos de reconfortantes hogueras. Así pues, saber elaborar velas, antorchas, mechas o candiles puede sacarnos de algún que otro apuro.

CANDILERAS : La Etnobotánica nos ofrece una referencia curiosa de cómo elaborar mechas, con las hojas  de la planta llamada Candilera  (Phlomis Lychnitis ). Esta documentado su empleo ya desde  época romana. Como lo que más me gusta es seguirle  la pista a todas estas informaciones, me puse manos a la obra. Tras numerosos intentos usando tallos y hojas secas con resultados mediocres,caí en la cuenta de unas hojitas alargadas que crecen en la base de los tallos y decidí probarlas. Compacté varias de estas hojas atadas en forma de mecha y una vez secas, las impregné de aceite. ¡ Eureka! aquello funcionaba. Luego pensé en rodearla con cera de abejas y funcionó  todavía mejor , al ralentizar la combustión. Otra tecnología que meto en mi zurrón. Lo bueno es que podemos hacer mechas tan largas como necesitemos.

         

LAMPARILLAS : En los huesos largos de animales, preferiblemente grandes, se esconde una codiciada sustancia.  Se trata de la médula ósea, también llamada tuétano. Además de ser muy nutritiva y de agradable sabor, es una grasa muy propicia para utilizarla en lamparillas o candiles de fortuna. Usaremos mechas rápidas a modo de cuerda , improvisadas con cualquier fibra silvestre como el malvavisco o el epilobio. Con el simple calor de los dedos esta grasa  , se deshace. Al ser tan fluida, por simple capilaridad,  asciende facilmente por la mecha según la llama la consume. Tiene, además, la ventaja de que no hace humo ni huele mal al quemarse.

   

CORTEZAS DE ABEDUL : Los abedules pueden proporcionarnos un material perfecto para improvisar pequeñas antorchas muy eficaces. Las cortezas contienen una sustancia en su interior, llamada betulina, que actúa como un combustible alimentando la llama según se va quemando la corteza. No es difícil encontar troncos muertos y ramas caídas de este árbol, con la madera totalmente descompuesta pero la corteza casi intacta. Por su peculiar estructura en capas, no se empapa ni se humedece apenas, así que podemos usarla de inmediato. Tiene la peculiaridad de enrollarse sobre sí misma, lo cual,  es como si la Naturaleza nos regalase una antorcha ya terminada. Estos rulos de corteza flotan,  por lo que no es difícil encontrarlos, por ejemplo,  en zonas costeras del Ártico, depositados en las playas.

VELA DE SEBO : Cualquier grasa animal que a temperatura ambiente permanece sólida, en principio, podría ser utilizada para elaborar una vela de lo más convencional. Fundiendo la grasa ( mejor al baño maría... ) y dejándola resbalar poco a poco por una mecha o cordón en posición vertical,  va formando capas, hasta obtener el grosor deseado. También, rellenando el interior de una caña, con la mecha previamente colocada ( ver fotos ) y dejando enfriar la grasa, obtenemos unas velas muy aparentes y funcionales. La materia grasa que me ha dado mejor resultado es el sebo. Se encuentra cubriendo los riñones y el interior de los lomos de bóvidos y ovinos. Estas velas, tienen una ventaja añadida : también nos las podemos comer...

       

TEAS DE PINO : El pino negral o resinero ( Pinus pinaster ) en ocasiones y por alguna circunstancia no muy bien conocida, genera una especie de sobresaturación de resina en algunas zonas de su madera. A veces en los troncos, pero mas fácil en tocones y raíces, se encuentra esta madera más oscura ,de un veteado especial,   como si estuviese embebida de aceite. Las astillas extraidas en el oficio de resinero ( llamadas "zarandajas" ) para reabrir la herida en el tronco del pino, siempre fueron muy codiciadas para encender los hogares. Y es que su llama no se apaga con facilidad, es muy tenaz.  Estas teas quemadas en unos hornos especiales,  destilan la llamada "pez",  usada como impermeabilizante en botas y pellejas de vino, calafateado de barcos, en medicina popular, etc.

ANTORCHAS : Si hay un icono relacionado con el fuego, ese es la imagen de un hombre primitivo portando un palo en llamas. No en vano, es uno de los mejores sistemas para transportar fuego e iluminarnos. El secreto reside en impregnar bien una estopa tosca y bien compactada con resina o miera de pino. Al calentarse, la parte más volátil ( aguarrás ) se desprende y alimenta con fuerza la llama . Pueden usarse también grasas, si no disponemos de resina. Utilizo habitualmente estopa de esparto, cortezas de clemátide o chopo y materiales similares un poco bastos, para que no se consuman con rapidez. Por cierto , cuando Indiana Jones utiliza vendajes de momia para alimentar la antorcha, está haciendo lo correcto y es plausible. Telas impregnadas en aceites y resinas que arderán con facilidad... Un consejo: vigilad por donde andais con las antorchas, pues gotean resina encendida.

 

MECHA IMPROVISADA :  Un truco de supervivencia consiste en recortar  el dobladillo de una manga o de la parte inferior de una camiseta de algodón , para usarla como mecha de fortuna. Con un mimbre fino o una astilla de caña introducidas por  el espacio que queda en su interior, mantendremos esta mecha estirada y rígida. Si tenemos resina o alguna grasa cualquiera ( sebo, tuétano , etc ) impregnaremos esta tira de tela. En caso contrario, el mismo algodón funciona bien, pero se consume rápido. Para iniciar el fuego de una hoguera, cuando las condiciones no son las mejores o iluminarnos unos minutos, si el mechero está en las últimas , este truco os podría ayudar en alguna ocasión.

OTROS MÉTODOS : En Galicia se utilizaban ramitas carbonizadas de brezo, recogidas tras algún incendio, para iluminar las habitaciones. Se llamaban "ardentes" y se mantenían inclinados hacia abajo, para que la llama pudiese progresar por el palo. También podemos emplear un palo de madera blanda ( Chopo ) con un extremo en brasas, agitándolo delante nuestro de derecha a izquierda y a ras de suelo para iluminar este lo suficiente y caminar con seguridad. Esto lo aprendí de los Sakuddai en la isla se Siberut ( Sumatra ) para desplazarse por la noche en la jungla.

No debemos olvidar tampoco que para encender fuego en condiciones de lluvia o gran humedad ambiental , se hace imprescindible sostener una de estas llamitas debajo de la pirámide de yesca, estopa y ramas,  hasta que arranque el fuego. Por eso , nunca debe faltar en nuestro equipo,  alguna vela o similar.